La Dra. Ana María Berruecos, señala que la emergencia sanitaria generada por el Covid-19 obligó a muchas universidades a optar por la “enseñanza remota de emergencia”
Por: Dra. Ana María Berruecos Vila, titular de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT) de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
La emergencia sanitaria por la pandemia causada por el SARS-Cov-2 y la toma de decisiones institucionales bajo un estado de crisis, llevó a muchas universidades a optar por la “enseñanza remota de emergencia” (ERE), en la que la preocupación estuvo centrada en el “con qué” se daba continuidad a las clases. Así es como se fueron trasladando los espacios físicos de un salón a espacios “virtuales” en sesiones de videoconferencia (Zoom, Teams, etcétera). Esto sucedió en parte porque, si bien algunas universidades contaban con una infraestructura tecnológica (como un sistema de gestión del aprendizaje o plataforma virtual), no habían aún desarrollado un modelo de educación a distancia digital (EaDD) en el que se integran necesariamente sistemas institucionales de gestión, de administración y de formación tecno-pedagógica docente para implementarlo adecuadamente. Sin duda, la ERE fue importante en sus inicios, sin embargo, a 18 meses de haberse anunciado el cierre de las instituciones educativas, son muchas las experiencias que se han acumulado a nivel global en relación con la migración de las clases presenciales a alguna modalidad de EaDD y no solo de la “amplificación” de las dinámicas educativas presenciales.
De entre todas ellas, la modalidad híbrida es la que se menciona como la más idónea para seguir enfrentando los diversos contextos a los que nos enfrentan los niveles de contagios por el virus. A pesar de que en nuestro país se está llevando a cabo la campaña de vacunación para cubrir todos los rangos de edad de la población, lo cierto es que las variantes del virus no nos permiten bajar la guardia: a nivel educativo, esta situación obliga a las universidades a diseñar estrategias que permitan la continuidad de las clases sin desatender las exigentes medidas sanitarias para cuidar la salud de su comunidad. Estamos, además, a merced de los niveles de contagio de un virus, por lo que, podemos pasar de asistir presencialmente a las instalaciones universitarias a tener que confinarnos de nuevo en nuestros hogares, migrando, intermitentemente, de una situación a otra. Es por esta razón que la modalidad híbrida, que en su versión más tradicional integra sesiones presenciales con sesiones “a distancia, en línea o remotas”, es la que ha venido sonando más fuerte, tomando además en cuenta que permite encuentros cara-a-cara (independientemente de que sean remotos o presenciales), salvaguardando un aspecto crucial para el aprendizaje: la convivencia y, por ende, el bienestar socioemocional de las/los estudiantes.
Los modelos híbridos
Retomamos del artículo publicado en octubre 2020 ¿De qué hablamos cuando hablamos de la educación a distancia híbrida?, la clasificación que a nivel internacional está más ampliamente aceptada (Horn & Staker, 2012), y en la que los modelos del aprendizaje híbrido pueden dividirse, a su vez, en 2 grandes categorías: aquellos que dan flexibilidad a la/ el docente y cuyos cambios se quedan a nivel de aula, y aquella otra en la que la flexibilidad es para las/ los estudiantes y que requiere de una estrategia a nivel institucional para ser implementada.
Dentro de los modelos que implican una estrategia a nivel institucional, se encuentra el modelo “Hyflex”. Y éste da una amplia flexibilidad al estudiantado ya que pueden escoger de qué manera cursan una misma materia, mezclando, según sus necesidades, las modalidades presencial, en línea y remota o “concurrente”. Es decir, un/a estudiante puede decidir ir a un salón físico un lunes, pero tomar la clase de manera remota-concurrente el miércoles (y evitarse el traslado a la universidad). O un estudiante que no se encuentra en la ciudad, realizar un trabajo independiente en línea y conectarse a las sesiones concurrentes cuando así lo requiera (para escuchar alguna explicación por parte del docente, o realizar un trabajo colaborativo sincrónico con sus compañeros), y sí estar presencialmente pero únicamente cuando tenga actividades obligatorias en un laboratorio o taller. Esto implica toda una estrategia a nivel institucional, a nivel de gestión, de administración y de formación docente.
Lo que podemos rescatar de este modelo son justamente las “aulas concurrentes” o simultáneas, ya que es una realidad que, en el contexto y el momento en el que nos encontramos, existen estudiantes que no pueden asistir al campus universitario ya sea porque están en cuarentena o en aislamiento, ya sea porque a pesar de las extremas medidas sanitarias dentro del campus no se sienten con la seguridad para exponerse, ya sea porque radican en otros estados y no les ha sido posible, por las duras consecuencias económicas provocadas por la contingencia, desplazarse a la ciudad sede de la universidad.
¿Qué son las aulas concurrentes?
Un aula concurrente es un espacio de enseñanza y de aprendizaje en el que un/a docente tiene simultáneamente a estudiantes presenciales (en el aula física) y a estudiantes remotos (vía videoconferencia). La noción de “espacio”, el del salón de clase, se expande más allá de los muros de la universidad y el concepto de sincronicidad se concibe como el momento en el que el aprendizaje retoma todo su valor de construcción social del conocimiento.
Estas aulas concurrentes forman parte del modelo Hyflex y “sacarlas” de ese contexto educativo no tendría ningún sentido si no se cumple con los tres principios que lo rigen.
- La integración: este principio es común a todos los modelos de la modalidad híbrida y busca aportar una coherencia pedagógica a la propuesta educativa a través de la integración de tiempos, de espacios y de interacción. Son ya muchas las voces expertas que insisten que la “hibridación” no significa la mera yuxtaposición de actividades pedagógicas presenciales y a distancia, la hibridación es un continuum entre el conjunto de enseñanzas propuestas a los estudiantes (Ministerio de la Educación Superior, Gobierno francés, 2020).Para Prats & Sintes (2021), el principal reto de esta modalidad es que requiere de una planificación detallada que integre la parte presencial y la virtual como un continuum. Y lo mismo ocurre con la sincronía y asincronía: se deben establecer vínculos que permitan enlazar las actividades que se realicen en un entorno y en unos tiempos con los otros. Y finalmente, Sangrá et al (2020), mencionan que debemos diseñar los momentos presenciales y los no presenciales como si fueran un continuo, aunque no sepamos cuándo llegaran unos y otros. No debemos diseñar, por un lado, los momentos presenciales y, por otro, los no presenciales. Todo ello concuerda con lo dicho por Staker y Horn en 2012: las modalidades utilizadas a lo largo del aprendizaje de los estudiantes en un curso o asignatura están conectadas entre sí, para ofrecerles una experiencia INTEGRADA de aprendizaje.
Aplicada esta integración al modelo Hyflex, un estudiante puede integrarse a cualquier modalidad en el momento que mejor le parezca ya que tiene acceso a todos los recursos didácticos desde cualquier lugar y en cualquier momento (ubicuidad) y tiene la oportunidad de trabajar de manera colaborativa en cualquiera de las 3 modalidades.
- La equidad: este principio es particularmente importante para las aulas concurrentes ya que todos los estudiantes, sean presenciales o remotos, deben de tener la misma experiencia de aprendizaje, realizando actividades (algunas mediadas por tecnologías digitales, principalmente -pero no exclusivamente- para los estudiantes remotos) que los lleven a conseguir los mismos resultados de aprendizaje en las tres modalidades y recibiendo la misma atención y seguimiento por parte de su profesor/a.
- La creación de una comunidad de aprendizaje: siguiendo el marco de la “Comunidad de Indagación” (en Garrison & Vaughan, 2008) que aplicamos en la DEAMeT para el diseño de materias en línea, la “comunidad” reconoce la naturaleza social de la educación y el papel que la interacción, la colaboración y el discurso juegan en la construcción del conocimiento y la indagación (referida al aprendizaje) refleja el proceso de construcción de significados a través de la responsabilidad y la elección personales. Por lo tanto, si queremos que a través de un aula concurrente se facilite este sentido de comunidad entre los estudiantes, ésta debe estar diseñada para que no falte la colaboración y la interacción entre ellas/os.
Este modelo Hyflex, y por ende, el aula concurrente, tienen como base el diseño e implementación de un aula virtual, en la que las/los estudiantes, presenciales y remotos, encontrarán todos los contenidos y recursos de la materia, secuencias didácticas, indicaciones para las actividades, evaluación, casillas de entrega de tareas, vías de comunicación, etcétera. Además, los salones físicos deben de estar equipados con tecnologías que permitan la transmisión de la clase (cámaras, bocinas, micrófonos), equipos de cómputo equipados con sistemas de videoconferencias vía streaming (Zoom y Teams) y pizarras digitales, como mínimo. Los estudiantes deben de tener una conexión a internet, equipos de cómputo y aplicaciones descargadas que les permitan no sólo realizar las actividades en sí mismas, también tener interacción con las/los compañeras/os remotos y presenciales y docente, e interactividad con los contenidos y recursos propuestos. Y es evidente que las/los docentes deben estar familiarizados y capacitados para el uso “transparente” de estos equipos.
¿Qué tenemos en la Ibero CdMx?
Siguiendo con el tema anterior, y partiendo con lo que contamos (lo cual representa una ventaja), la Ibero CdMx cuenta ya con la casi totalidad de salones equipados con estas tecnologías. Fue el Dr. Saúl Cuautle Quechol quien tuvo la iniciativa de remodelar y equipar los salones, tarea que las direcciones de Informática y Telecomunicaciones (DIT) y Planta Física han llevado a cabo de manera extraordinaria. Es a la DEAMeT a quien encomendó, en una primera etapa, realizar las capacitaciones a las/los docentes en su uso y por ello se han estado realizando demostraciones en salones equipados por parte del equipo de la coordinación de Tecnologías para el aprendizaje de la DEAMeT y el soporte técnico por parte de personal de la DIT y, hasta que sea necesario, las coordinaciones académicas y las/los docentes podrán solicitar la atención grupal y/o individual, además del diseño y la producción de una serie de videotutoriales y guías que ya están disponibles para la comunidad (canal de Youtube de la DEAMeT y en noticias de Brightspace).
Sin embargo, la sola familiarización con estos equipos no asegura una buena experiencia en una clase concurrente, ya que su dinamización conlleva una serie de retos, pedagógicos y de manejo del aula, para lo cual las/los docentes requieren también una formación y atender a una serie de recomendaciones.
La formación docente debería de centrarse, si no en el modelo Hyflex, que es del cual nace el aula concurrente (pero implica cambios a nivel institucional), sí en un modelo híbrido que permita integrar los 3 principios que ya se han mencionado: podemos decir con tranquilidad que ese modelo es el aula invertida. En dos de las encuestas aplicadas por la DIDAIE a docentes a lo largo del 2020 y del 2021, un 44% de las/los docentes mencionaron que aplican el aula invertida. Esta meta-estrategia es la que desde la DEAMeT recomendamos desde que inició la contingencia en marzo de 2020. Consideramos que, en el contexto de la Ibero CdMx, es la única que nos permitía y nos sigue permitiendo adaptarnos a cualquiera de los escenarios impuestos por la pandemia y por ello, ofrecimos un “paquete” de 5 webinars relacionados con ella, al cual se inscribieron 1048 docentes a lo largo de 2020.
Por lo tanto, contamos con docentes que ya se familiarizaron con la meta-estrategia de aula invertida a través de una formación inicial a lo largo de la contingencia (dentro y fuera de la universidad), contamos ya con la práctica totalidad de salones equipados y con la capacitación en su uso a través de las demostraciones y recursos para el uso de esas tecnologías digitales.
Aula invertida concurrente
No entraremos en detalles sobre la meta-estrategia del aula invertida, puesto que ya se ha hablado de ella ampliamente en artículos, webinars, cursos, ponencias en el foro de Docencia Universitaria y Tecnologías Digitales (junio 2021) y jornadas de formación docente del SUJ.
Lo que nos interesa transmitir es que es posible aplicar un aula concurrente si ya se tiene un diseño de la materia bajo los principios del aula invertida, dado que al diseñar bajo esta meta estrategia, se siguen los 3 principios de integración, equidad y creación de una comunidad de aprendizaje. La integración, como ya lo mencioné, es inherente a todos los modelos de la modalidad híbrida. La equidad y la creación de una comunidad de aprendizaje se logran a través del diseño de actividades que promueven la aplicación, el análisis, la creación y la evaluación (siguiendo los niveles de pensamiento de la Taxonomía de Bloom en la cual está basada el aula invertida), ya que es en los momentos sincrónicos en los que se busca que las/los estudiantes estén activos cognitivamente hablando, y en los que se aprovecha el tiempo y el espacio conjunto para socializar, compartir, intercambiar, debatir, crear colaborativamente, etcétera, con la guía y el acompañamiento de la/ el docente. Como bien dice Jon Bergmann: es en los momentos sincrónicos (presenciales y/o remotos) que se da el protagonismo a las/los estudiantes. La diferencia principal con el modelo Hyflex, va a ser que los “cambios” se quedan a nivel de aula, y que las/los estudiantes, todos, tienen únicamente la opción de seguir la materia siguiendo el diseño y organización propuestos por su profesora/a (y ya no 3 opciones de modalidad diferentes que pueden mezclar de acuerdo a sus necesidades). Gráficamente, podría verse de esta manera:
Tenemos 2 tareas a corto plazo:
- La primera, que fue un acuerdo entre nuestro Rector, Dr. Saúl Cuautle y la DEAMeT en junio pasado (y como parte de una segunda etapa de formación y capacitación tecno-pedagógica docente), es la de reforzar esa formación inicial en aula invertida con un curso de más largo alcance que permita a las/los docentes reflexionar sobre las implicaciones de la implementación de una materia bajo un modelo híbrido, enmarcar su docencia en el contexto pandémico actual retomando la experiencia ya vivida a lo largo de estos 18 meses de contingencia y profundizar en los aspectos de su planeación didáctica y de la dinamización de encuentros sincrónicos-concurrentes, guiadas/os por personal de la DEAMeT. Este curso está previsto para ser impartido para la segunda semana de octubre, con una duración de 8 semanas tutorizadas.
Se dará la opción, para aquellas/os docentes que quieran trabajar de manera independiente, de tener acceso a los contenidos y recursos de este curso con la posibilidad de asistir a las sesiones sincrónicas y/o concurrentes agendadas de la versión tutorizada.
- Aportar a las/los docentes los elementos esenciales de un aula concurrente, la oportunidad de “simular” la enseñanza bajo este modelo a lo largo de 2 sesiones sincrónicas concurrentes de 2 horas y facilitarles una serie de recomendaciones para su buena dinamización, recopiladas y curadas de manuales diseñados por universidades extranjeras que ya la han venido aplicando, incluso antes de la pandemia. Esta capacitación tendrá una duración de una semana y será guiada por personal de la DIDAIE y equipo de la DEAMeT.
Para ambas propuestas se han unido el expertise en Educación a Distancia Digital y en formación tecno-pedagógica del equipo de la DEAMeT con la experiencia en formación pedagógica de personal de la DIDAE.
Termino esta aportación citando, una vez más, al Padre Jorge Cela, S. J. (2017), las nuevas tecnologías van produciendo un mundo que funciona de forma diferente. CÓMO las universidades se apropian de estas nuevas formas de aprender y CÓMO responden a las nuevas estructuras supone una revolución.
¡Nos vemos pronto en los cursos!
Bibliografía consultada y referida:
Modelo Hyflex:
– Beatty, B. J. (2019). Hybrid-Flexible Course Design (1st ed.). EdTech Book
– Binnewies, S., Wang, Z. (2019). Promoting active learning and equity in a HyFlex course
Bruff, D. (2020). Active learning in hybrid and physically distanced classrooms. Center for teaching. Vanderbilt University
– Universidad de Buffalo: http://socialwork.buffalo.edu/resources/delivering-remote-education-in-place-of-seated-education-what-how.html
– Universidad de Columbia: https://ctl.columbia.edu/resources-and-technology/teaching-with-technology/teaching-online/hyflex/
– Universidad de Deusto:https://blogs.deusto.es/aprender-ensenar/10-claves-para-mejorar-mi-docencia-en-remoto/
– Grand Valley State University: https://www.gvsu.edu/elearn/help/tips-for-teaching-hyflex-and-staggered-hybrid-courses-137.htm
– Kent State University: https://www.kent.edu/onlineteaching/how-do-i-teach-remote-course
– Northern Illinois University: https://www.niu.edu/keepteaching/resources/hyflex-course-model.shtml
Cela, J. (2017), “La Universidad desafiada”, en Carta de AUSJAL 46: La Congregación General 36 y la Universidad. Asociación de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús de América Latina (AUSJAL), (2017), 32-36. Recuperado de https://www.ausjal.org/carta-de-ausjal1/carta-de-ausjal-no46
Dumont, A.; Berthiaume, D. (2016). La pédagogie inversée. Enseigner autrement dans le supérieur avec la classe inversée. Belgique: DeBoeck Supérieur.
Garrison, D.R.; Vaughaun, N.D. (2008). Blended learning in Higher Education. Framework, principles and guidelines. USA: Jossey-Bass.
Horn, M.; Staker, H. (2012). Classifying K12 blended learning. Innosight Institute
Ministère de l’Enseignement Supérieur, de la Recherche et de l’Innovation (2020). Gouv. République Francaise. Mars 2020
Pardo Kuklinski, Hugo; Cobo, Cristóbal (2020). Expandir la Universidad más allá de la enseñanza remota de emergencia Ideas hacia un modelo híbrido post-pandemia. Outliers School. Barcelona.
Prats, M.A. & Sintes, E. (2021). Educació híbrida: Còm impulsar la transformació digital a l’escola. Barcelona: Fundació Jaume Bofill.
Sangrá, A, & al. (2020). Decálogo para la mejora de la docencia online, Barcelona: UOC
Santiago, R.; Bergmann, J. (2018). Aprender al revés. Flipped learning 3.0 y metodologías activas en el aula. Barcelona: Paidós Educación.
NOTA: Las infografías y recursos gráficos de este documento han sido diseñados con fines educativos. Su reproducción está permitida siempre que se mencione su autoría y no sean utilizados de manera lucrativa y para otros fines que no sean formativos. La autoría es de Ana María Berruecos Vila, de la Dirección de Enseñanza y Aprendizaje Mediados por Tecnologías (DEAMeT) de la Ibero CdMx.