Archivos y epidemias: una mirada al COVID-19 desde el pasado

Archivos y epidemias: una mirada al COVID-19 desde el pasado

Mtra. Cecilia Sandoval Macías, académica de la BFXC, hace un viaje en el tiempo para revisar otras crisis sanitarias en México

Sobra decir que este crítico ‘año de la pandemia’ ha visibilizado y agudizado tensiones sociales y económicas provocadas por el complejo entramado producido por los devastadores efectos de la modernidad y la acumulación de capital, que han obligado a la sociedad a reflexionar sobre cómo se construye, cómo toma conciencia sobre sí misma y cómo se articula con su realidad, con las diferentes realidades que ocurren en cada latitud del orbe.

En este sentido, el pasado y la memoria cobran una enorme relevancia, ya que esta coyuntura también nos obliga a replantear nuestra relación con el tiempo y sus discursos. Las enfermedades de dimensiones epidémicas y pandémicas no son nuevas y desde la peste antonina (165-180) y la peste negra (1347-1353) hasta la gripe española (1918-1919) y el ébola (2014-2016) han representado graves problemas de salud que acarrean profundas consecuencias sociales que no son ajenas a las que se han generado, y evidenciado, con la de COVID-19 y que han adquirido un carácter cuasi universal al ser compartidas internacionalmente.

Los archivos de todo el mundo contienen cientos de documentos con ejemplos comparables a las situaciones que suceden en 2020 y que nos dan la posibilidad de comprender, desde la narración de distintos actores y mediadores, otros relatos y experiencias sobre la manera en la que se vivieron y se trataron los brotes de enfermedades contagiosas a lo largo de la historia, así como sobre la polisémica problemática social que generaron y acrecentaron.

Cartas y diarios personales, misivas oficiales, informes médicos, noticias en los periódicos de diferentes sitios y temporalidades ofrecen distintos relatos sobre las consecuencias de las enfermedades que azotaban a la población. Estos documentos pueden aportar hoy información desde otras miradas, quizás alojadas en los márgenes de los discursos hegemónicos, que nos permitan hacer nuevas lecturas sobre nuestra situación actual en una doble operación en la que podemos re-conocer experiencias pasadas y registrar la de 2020.

Al revisar documentos sobre epidemias en México en la Colección Porfirio Díaz resguardada en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC) para la exposición virtual colectiva Archivos de la Epidemia, presentada por el Archivo General de la Nación (AGN) hace algunas semanas en el marco del Día Internacional de los Archivos, encontramos cartas de la última década del siglo XIX que atestiguan el paso de viruela, tifo, fiebre amarilla y cólera en distintas poblaciones del país.

Tras leer algunos fue evidente la similitud con situaciones contemporáneas. No sólo el miedo al contagio, las medidas para controlar la propagación del mal, entre las que la cuarentena y el aislamiento han sido las más importantes, sino la narración de problemáticas que se agudizan en momentos de crisis epidemiológicas: científicas, sociales, comerciales y económicas.

Entre los documentos seleccionados para la muestra del AGN se encuentra una carta firmada en septiembre de 1892 por H. T. Hughes dirigida General Porfirio Díaz en la que se solicita que no se detengan los vapores que lleguen sin la enfermedad del cólera al puerto de Tampico. Argumenta que la prohibición de entrada y desembarco, a este o a cualquier otro puerto de la República Mexicana, paralizaría el tráfico comercial y ocasionaría un gran perjuicio económico: “Aquí no hay epidemia de ninguna especie. Los únicos casos de cólera importados de Europa, se han mantenido con gran éxito en la cuarentena, a 15 ó 20 millas de la ciudad [Nueva York, E.U.] y tanto nuestra sanidad como el pueblo juicioso en general confían en que de allí no pasará”. [1]

El México de finales del siglo XIX tuvo una rápida expansión económica debido a la estabilización de un marco jurídico y un orden político, a la modernización del transporte y a la apertura de mercados internacionales. En el plano internacional los viajes intercontinentales y trasatlánticos, aunados a los avances tecnológicos, permitían comunicación e intercambios a lo largo de todo el orbe. De la mano con la circulación ferroviaria y marítima, en el sistema global creado por el imperialismo, las últimas décadas estuvieron signadas por brotes de peste y de cólera que se extendían por las diferentes rutas de navegación desde China hasta la India y por las ciudades portuarias con más tráfico en todo el continente americano, como se puede constatar en los numerosos relatos de viajes de la época. Los cambios en las rutas de navegación eran habituales, así como las reclusiones sanitarias junto a rigurosas normas de prevención para impedir el contagio y, naturalmente, el cierre de los puertos con todas sus consecuencias.

Se cree que las epidemias de cólera llegaron a México con la activación del comercio y que entraron por el puerto de Tampico. Entre los registros del paso de la enfermedad por suelo mexicano se consignan graves brotes en 1833 y en 1850. Los diversos países afectados tomaron medidas de seguridad para evitar la expansión de la enfermedad. Para 1892 el cólera reapareció en Nueva York pero gracias a la instalación de un laboratorio de salud logró contenerse en la bahía.

El segundo documento con el que participamos también data de 1892 y ofrece información sobre otro aspecto del tratamiento de las enfermedades y las reacciones de las diferentes comunidades ante la información existente. En él Juan Aguilera Crespo solicita al presidente Díaz un estímulo para el doctor Federico Pedrera quién inventó un específico para contrarrestar la enfermedad del vómito en el Yucatán de 1883, que en la fecha en que la carta fue escrita causaba víctimas en el puerto de Veracruz. Aguilera avala su petición con los certificados de diversos médicos y militares que acreditan el éxito del ‘específico’ del Dr. Pedrera en el Litoral del Pacífico: “… al ver él la guerra tan cruda que le declararon muchos médicos, resolvió desistir de la propaganda de su específico y se concretó a prepararlo y venderlo o regalarlo, según el caso, cuando le es solicitado, lo cual en mi humilde concepto, aunque salva algunas víctimas, no lleva del todo el objeto que pudiera si se estimula al inventor a continuar haciendo conocer su magnífico descubrimiento”. [2]

La fiebre amarilla o vómito prieto representó un problema de salud pública desde los días del virreinato en la Nueva España debido a frecuentes epidemias y a su elevada letalidad. Gracias a los descubrimientos de Luis Pasteur durante la segunda mitad del siglo XIX hubo importantes avances médicos que fueron emulados en todo el mundo. En México, el Dr. Federico Pedrera fue uno de los médicos dedicados a la búsqueda de un germen o microbio que provocara el vómito y su cura, si bien hoy sabemos que es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la fiebre amarilla transmitida por mosquitos. Fruto de sus investigaciones y experiencias positivas en 1883 se publicó Específico del Dr. Pedrera para curar la fiebre amarilla o vómito prieto en la imprenta Gamboa Guzmán de Mérida.

Documentos como éstos representan una narración polifónica que describe las epidemias y sus innúmeras consecuencias en el pasado. Memorias de personas y comunidades que padecieron sus efectos, que consignan cómo se enfrentaron a ellos con errores, aciertos, innovaciones y soluciones compartidas y que aportan herramientas para la comprensión de su experiencia en la vida cotidiana. Por ello resulta imperativo desde los ámbitos científicos y académicos continuar con el registro y la investigación sobre la pandemia en la que nos encontramos. En la búsqueda del sentido de lo que esta contingencia ha representado el análisis histórico del Covid-19 está en progreso. La memoria que resguardemos/construyamos sobre ella nos acompañará en el porvenir.

Fuentes consultadas:

Documentales

Universidad Iberoamericana. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero | Área de Acervos Históricos.

  • Colección Porfirio Díaz, leg. 017, caja. 021, docto. 010136. Veracruz, México, 23 de julio de 1892.
  • Colección Porfirio Díaz, leg. 017, caja. 029, dctos. 014061-014062. Nueva York, E.U., 17 de septiembre de 1892.

Hemerográficas

  • Alcalá Ferráez, Carlos. “De miasmas a mosquitos: el pensamiento sobre la fiebre amarilla en Yucatán, 1890-1920”. História, Ciências, Saúde. Manguinhos, 2012.
  • Tovar, Víctor y Patricia Bustamante. “Historia del Cólera en el mundo y México”. Ciencia Ergo Sum. Revista científica multidisciplinaria de la Universidad Autónoma del Estado de México, 2000.

[1] Universidad Iberoamericana. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero | Área de Acervos Históricos.

Colección Porfirio Díaz, leg. 017, caja. 029, dctos. 014061-014062. Nueva York, E.U., 17 de septiembre de 1892.

[2] Universidad Iberoamericana. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero | Área de Acervos Históricos.

Colección Porfirio Díaz, leg. 017, caja. 021, docto. 010136. Veracruz, México, 23 de julio de 1892. 

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